La "noche de furia" del ayudante técnico de la U en la dura caída ante Newell's
Luis Alberto Gómez, principal colaborador del técnico azul,
Darío Franco, vivió de todo en el partido por la Copa Libertadores.
Gritó, peleó, dio indicaciones y terminó siendo expulsado.
Universidad de Chile no pudo este martes ante Newell’s Old Boys de
Rosario y cayó por 2-0 en el Estadio Nacional, en su cuarto encuentro
por la Copa Libertadores de América 2013. El sufrimiento y lamento de
los hinchas universitarios fue generalizado, y uno de los que vivió el
duelo de forma especial fue Luis Alberto Gómez, ayudante técnico del
entrenador de los azules, Darío Franco.
Al profesional trasandino
se le vio inquieto desde el primer minuto. Gritaba a todos los
jugadores que pasaban cerca de su sector y movía los brazos dando
indicaciones, muchas veces de manera exagerada. Tras eso, luego de unos
cinco minutos sin parar, volvía raudo al asiento de la banca de los
laicos.
En varias ocasiones fue advertido por el cuarto árbitro,
el chileno Carlos Ulloa, de que parara de salirse de la línea permitida y
que se calmara a la hora de reclamar. Sin embargo, el argentino no lo
tomó en cuenta.
Si el primer tiempo estuvo parándose y sentándose
en cada ataque de la U o en una respuesta ofensiva de los "leprosos",
en la segunda mitad sus revoluciones llegaron a mil.
Tras la
falta al lateral Sergio Velázquez en el minuto 75, Gómez se paró como
loco a gritarle al juez colombiano Wilmar Roldán, de irregular cometido.
Se sentó y luego de que pasara el tiro libre de la U, que el defensa
Albert Acevedo casi convierte en gol, el juez de la contienda se acercó a
Franco y compañía para indicarle la salida del campo de juego.
El
histriónico ayudante de Franco corrió de inmediato hacia la puerta que
da a los camarines y se quedó viendo el partido de esa posición, pero
pronto tuvo que salir del sector, ya que había sido expulsado.
Luego,
apareció por una puerta cercana a la cancha por el sector de
marquesina. El argentino apenas miraba el partido. Se agachaba y se
tomaba la cabeza con el correr de los minutos y más con el segundo tanto
de Newell’s. Varios hinchas miraban atónitos el momento y no entendían
que pasaba.
La furia de Gómez se acrecentó tras el golazo de
Martín Tonso y pateó la reja donde estaba apoyado y un vaso en el suelo,
descargándose. Así, una vez más corrió a los vestuarios y sin terminar
de ver el partido.
La "noche de furia" del perteneciente al
cuerpo técnico de la U no dejó a nadie indiferente en el Nacional,
reflejo de un equipo que buscó por todos lados pero que no encontró
premio ante el ordenado funcionamiento del cuadro de Gerardo Martino.
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