jueves, 6 de diciembre de 2012

Muere Dave Brubeck, el último de los señores del jazz

Muere Dave Brubeck, el último de los señores del jazz


Pianista, compositor y creador de nuevas audiencias desde los '50, falleció ayer a los 91 años, dejando joyas universales como "Blue rondo à la turk".


Fue el propio Dave Brubeck quien le dio la noticia a Duke Ellington. La revista Time lo había buscado a él, y no a Ellington, para ilustrar con su fotografía la portada del 8 de noviembre de 1954. Brubeck le confesó al Duque que estaba avergonzado de aparecer antes que el hombre que había llevado el jazz a dimensiones universales. Pero Ellington, que era un músico feliz, le restó importancia. Luego, él aparecería en la portada de Time el 20 de agosto de 1956.

Ayer, Brubeck, de 91 años, iba camino a una revisión de rutina en el hospital Norwalk cuando el corazón le falló. Hoy, de haber estado vivo, Brubeck hubiera cumplido 92 años. Su figura seguía siendo un imán de popularidad y aún con su avanzada edad permanecía dando conciertos.

Por ejemplo, en 2009 actuó en el Lincoln Center de Nueva York como solista con la Filarmónica Bachiana de Sao Paulo, interpretando su "Brandenburg gate revisited" (1963). El periodista Álvaro Gallegos fue, posiblemente, el último chileno que compartió con Brubeck, en las bambalinas de ese mismo teatro. "Era muy sonriente y ameno, atendía a la gente con amabilidad. Respondió por escrito una entrevista que le hice poco antes para el sitio de Radio Beethoven. Ese concierto tuvo como encore su famosa 'Blue rondo à la turk' ".

Esa pieza es una de las más inmortales de Brubeck, y representa además la unión de los mundos musicales en que estaba sumido. Combina el blues y el swing con las influencias de la música clásica europea que había recibido en su familia y en sus primeros estudios de piano, a los cuatro años. Sus creaciones, que se enmarcan en la escuela del jazz de la Costa Oeste, empleaban patrones rítmicos poco habituales, como 9/8, 7/8 o 5/4. Se pueden encontrar en temas como el standard "Take five", que si bien no pertenece a Brubeck, sino a su saxofonista Paul Desmond, fue históricamente una insignia del cuarteto que el pianista mantuvo activo desde 1951.

Brubeck tocó el piano con swing, pero además compuso para ballet, obras para gran orquesta, oratorios y piezas sacras. Su éxito también radicó en el tratamiento de la música y la proximidad con el público: "Accesible jazz innovador", lo llamaron los especialistas. Por eso fue el primer jazzista en aparecer en Time.

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