Florida ejecuta a un reo por violar y estrangular a niña
Durante más de dos décadas, sus abogados trataron de demostrar que estaba psicológicamente enfermo cuando asesinó a la menor.
Con inyección total. De esta forma se ejecutó en la prisión estatal de Raiford, en el norte de Florida a Elmer Leon Carroll, de 56 años, que violó y estranguló hace 23 años a una niña.
Se informó que la última comida de Leon Carrol
consistía en huevos fritos con bacon y tomate natural, aguacates,
leche, galletas y ensalada de frutas con fresas, papaya, melocotones y
piña.
Sólo unas horas antes el Tribunal Supremo de Estados Unidos
rechazó un último recurso de su defensa alegando que tenía problemas
mentales cuando mató a Christine McGowan, una niña de diez años que
vivía cerca del albergue donde se hospedaba el condenado, quien ya había
sido detenido en ocasiones anteriores por acosar a menores e incluso
había expresado a un conocido cierto interés por esta niña.
La menor fue encontrada muerta en su cuarto por su
padrastro y no se tardó en sospechar de Carroll, que tenía sangre de la
niña en el cuerpo, y en el lugar del crimen fueron hallados restos de
semen y saliva del violador, según se fue conociendo durante el juicio.
Pese a que llevaba 21 años en el corredor de la
muerte, Carroll no es de los que más tiempo acumula, ya que entre los
405 presos que esperan su ejecución en Florida hay quienes llegaron hace
más de 40 años.
Ahora, el gobernador de Florida tiene sobre su mesa una ley que busca recortar esos plazos y agilizar las ejecuciones, las más numerosas de Estados Unidos después de Texas, que lidera con gran ventaja este ranking.
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